lunes, 10 de octubre de 2022

Monstruos Clásicos

 


Monstruos Clásicos

Programa de Radio Sant Quirze

https://www.radiosantquirze.cat/programs/la-nit-dels-misteris/radiosantquirze_podcast_6139

Llego a Ginebra para tomar una cerveza a orillas del lago Lemán, a la vista del Jet d’Eau y mirando al otro lado en la cercana población donde alquilaron la Villa Diodati.

Entre las brumas y las bromas del año sin verano de 1816 porque el Tambora había entrado súbitamente en erupción, la más violenta conocida, y su explosión piroclástica provocó tsunamis, terremotos y gran cantidad de material volcánico y cenizas produciendo el  fenómeno llamado invierno volcánico que afectó a todo el planeta.

Mayo de 1816, Mary Godwin, más conocida por el nombre de su marido, Percy Shelley y el hijo de ambos, van a Ginebra con Claire Clairmont. Planeaban pasar el verano con el famoso poeta romántico Lord Byron, que mantenía un romance con Claire y la había dejado embarazada. Tras un azaroso viaje por una Europa embarrada y congelada, el grupo llegó a Villa Diodati, donde se unió a Lord Byron y su joven médico y secretario, John William Polidori.

El cambio de clima les obligó a quedarse encerrados en Villa Diodati. En un tiempo sin Netflix podía haber sido un verano terriblemente aburrido, pero se trataba de algunas de las mentes literarias más brillantes y efervescentes de su época.

En la primera semana de junio, los ingleses estaban desesperados. La lluvia, el frío y el viento no cesaban y las horas dentro de la villa se hacían interminables. Para combatir el aburrimiento, leían colecciones de cuentos populares alemanes y de historias sobrenaturales tradicionales, mientras consumían láudano a discreción. Además, Byron añadía de su cosecha las leyendas sobre monstruos sedientos de sangre que había oído en los Cárpatos, unos años antes. En medio de ese caldo de cultivo, de repente, el poeta inglés tuvo una repentina inspiración: Cada uno de ellos debería escribir una historia sobrenatural, original y con un personaje monstruoso como protagonista. Aburridos por la inactividad, el resto de acompañantes aceptaron el reto de inmediato y se comprometieron a presentar sus resultados tres días más tarde.

Byron indolente de vacaciones nada de nada, y  Percey Shelley era un poeta que no se veía a sí mismo escribiendo prosa de terror, así que, al llegar la fecha pactada, ninguno de ellos tenía su trabajo terminado. No obstante  Mary Shelley y el sufrido Polidori habían rematado sus textos.

Polidori aprovechó un trozo de una novela inacabada de Byron, y a su turno tomó aire, carraspeó un par de veces y se puso en pie para leer un fragmento de su novela corta titulada  El vampiro. Fue  la primera vez en la historia que la figura del vampiro romántico, del que después nacería Drácula, aparecía en formato escrito, de forma que el esbozo de  Polidori sentó las bases del personaje vampírico y estableció los cánones de este monstruo.

Por otro lado durante un sueño, Mary Shelley concibió la idea de Frankenstein. ‘Vi, con los ojos cerrados pero con una nítida imagen mental, al pálido estudiante de artes impías, de rodillas junto al objeto que había armado. Vi al horrible fantasma de un hombre extendido y que luego, tras la obra de algún motor poderoso, éste cobraba vida, y se ponía de pie con un movimiento tenso y poco natural. Debía de ser terrible; dado que sería inmensamente espantoso el efecto de cualquier esfuerzo humano para simular el extraordinario mecanismo del Creador del mundo’.

En su sueño se conjugaban las conversaciones que mantenían con frecuencia Polidori y Percy respecto de las nuevas investigaciones de Erasmus Darwin que trataban sobre el poder de la electricidad para revivir cuerpos ya inertes, lo que se conoce como experimentos galvánicos. La electricidad como nueva fuente de energía que intriga, y los pedazos recolectados de muertos para el monstruo de Frankenstein, un coctel terrorífico par la primera historia moderna de ciencia ficción y una excelente novela de terror gótico.

Hoy una pesadilla me ha visitado con sus monstruos clásicos he jugado. Drácula, Frankenstein y el Hombre Lobo, de película desde 1923 desde los estudios de la Universal. Un universo monstruoso que desafía nuestra natural naturaleza de vivir en los misterios y disfrutar de la angustia desde la butaca del espectador.


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